Bogotá, Colombia
Ha sido la mejor decisión que pudimos tomar, pues creemos que si amamos a Dios todo es para bien. Sentimos que tenemos un propósito, queremos lograrlo y seguir creciendo en fe.
Agradecemos de corazón a nuestro pastor Wilson Cartagena y a su esposa Claudia de CVC Canadá, quienes a pesar de la distancia y dificultades, se han mantenido firmes guiando a sus ovejas y levantando nuestros brazos cuando pasamos por distintas pruebas. De igual forma hacemos una mención al pastor Antonio Abellán y su esposa Elvira de CVC España, que siempre están dispuestos para aconsejarnos y brindarnos ayuda.
Iniciamos esta misión mi familia y yo, pero Dios ha traído al grupo personas nuevas de diferentes ciudades de Colombia con quienes compartimos por medios electrónicos los estudios y la amistad. No somos muchos en número, pero nos sentimos una familia en Cristo que se anima mutuamente.
Tenemos una madre que lucha cada día enfrentando las secuelas de un grave accidente que tuvo su hijo. Otra madre lo hace también con una enfermedad que dificulta la movilidad de su hijo al que tiene que cuidar en todo momento. Tenemos una familia cuyo esposo y padre emigró a Estados Unidos, viviendo fuertes experiencias como el rescate de unas personas que estuvieron a punto de ahogarse al cruzar el río fronterizo. También han llegado varias mujeres que han conocido al Señor con nosotros.
Mi esposa Camila, mis hijos Pipe, Thiago y yo estamos decididos a ir a más confiando en el Señor; a veces es difícil pero él nos fortalece. Nuestro objetivo es seguir creciendo en la fe y no desfallecer, sino buscar el propósito de Dios en su tiempo.
Les enviamos un fuerte abrazo.
O vas, o ayudas a ir
Isaías 6.8
Por el pastor Wilson Cartagena y su familia. Que Dios le dé sabiduría en el trabajo con el grupo.
Por Jaime y su familia. Que Dios les fortalezca, capacite y prospere.
Por el ánimo y la fe de las personas que se reúnen.
Por una mejoría en las necesidades económicas de las personas del grupo.
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Cumple la gran misión a través de ayudar a que otros vayan, mientras tú
cumples el propósito de Dios para tu vida en tu ciudad.
