2ª Corintios 9.7
Además de ir, la otra forma de cumplir la gran comisión es ayudando a ir. Puedes ayudar a que otros vayan mientras tú desarrollas el propósito de Dios para ti en tu ciudad.
Aunque ayudar a ir no debe verse como una alternativa más fácil, cómoda o sustitutiva al llamado de ir, sino como una respuesta genuina nacida en la fe de lo que entiendes que Dios te pide. Él puede querer que sigas en tu trabajo, negocio, estudios u otra ocupación y que cumplas su llamado a través de ayudar a otros a ir.
Donar
Define una cantidad en tu corazón y comprométete a darla mensualmente. De esta forma estarás contribuyendo de forma práctica a conseguir un presupuesto para el desarrollo de las misiones.
Otra forma de impulsar las misiones es mediante aportaciones puntuales realizadas en el año. Pueden ser trimestrales, semestrales, anuales o con la frecuencia que decidas. En esta opción es importante la constancia.
Organizados para obtener recursos orientados hacia la obra misionera y enriquecer a los participantes.
Conocer más de Dios y su propósito para tu vida.
Sensibilización de la importancia de las misiones.
Conocer personas que pueden edificar tu vida.
Becas que ayuden a personas en su formación o en su trabajo en el campo misionero.
Puedes tener la seguridad que tus aportaciones económicas para esta labor misionera serán administradas de manera transparente y eficaz.
Cumple la gran misión a través de ayudar a que otros vayan, mientras tú
cumples el propósito de Dios para tu vida en tu ciudad.
